Las lluvias han vuelto a provocar acumulaciones en el Barranco del Rubio, donde los vecinos denuncian la falta de una solución efectiva y duradera
Las recientes precipitaciones han vuelto a poner en evidencia la falta de una solución definitiva al problema de acumulación de aguas pluviales en el Barranco del Rubio, en el barrio de La Canyada, dentro del término municipal de Paterna. A pesar de las actuaciones realizadas en los últimos años, el agua sigue desbordando la zona, generando preocupación entre los residentes.
Medidas insuficientes
Las balsas de contención instaladas en el barranco han funcionado parcialmente durante este último episodio de lluvias, frenando en parte el impacto pero sin evitar la formación de grandes acumulaciones de agua. Según denuncian los vecinos, la cantidad de agua que llega desde las zonas más elevadas es tan considerable que estos sistemas provisionales se quedan cortos en cuanto a capacidad de drenaje.
El agua vuelve a concentrarse especialmente en el entorno de la calle del Barranco y otras zonas colindantes, afectando tanto al tráfico como a las viviendas próximas. Los residentes aseguran vivir cada nuevo episodio de lluvias con incertidumbre y temor a sufrir daños materiales, además de la inseguridad que supone moverse por la zona cuando las calles se anegan.
La situación se ha convertido en un patrón repetido durante los últimos años, sin que, a juicio del vecindario, se haya logrado una intervención eficaz y duradera que frene el problema de forma estructural.
Promesas y actuaciones pasadas
El Ayuntamiento de Paterna anunció en 2020 un ambicioso proyecto para mejorar el sistema de evacuación de aguas pluviales en el Barranco del Rubio. Dicho plan incluía la instalación de grandes colectores de hasta tres metros de diámetro, la reurbanización de viales y la implementación de sistemas sostenibles de drenaje. Sin embargo, los vecinos aseguran que estas soluciones aún no han llegado o, en el mejor de los casos, han sido insuficientes.
Desde 2017 se vienen realizando limpiezas periódicas del cauce del barranco con el objetivo de prevenir taponamientos y facilitar la evacuación del agua en caso de lluvia. Asimismo, en 2020 se aprobaron obras valoradas en más de 150.000 euros para canalizar mejor el agua mediante nuevas canalizaciones, sistemas provisionales y la reposición de bordillos que guiasen el flujo hacia el cauce natural.
Pese a estas intervenciones, los residentes de La Canyada reclaman soluciones urgentes y definitivas, recordando que no se trata de un fenómeno aislado, sino de un problema estructural que se agrava cada vez que las precipitaciones son intensas.
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