El conductor del camión ha sido imputado tras confirmarse que dio positivo en drogas el día del accidente
La Guardia Civil ha imputado a un conductor de camión de 46 años por un presunto delito de homicidio por imprudencia grave tras provocar un accidente mortal en la V-30, a su paso por el municipio valenciano de Paterna. Los hechos se remontan al pasado 8 de agosto, cuando el vehículo pesado que conducía embistió por detrás a un coche averiado que se encontraba detenido en el arcén. En el interior del turismo estaba su conductora, una mujer de 73 años, que falleció en el acto a consecuencia del violento impacto.
Esperaba a la grúa
El accidente tuvo lugar poco después de las 13:00 horas. La víctima, que había sufrido una avería, se encontraba correctamente estacionada en el arcén de la V-30 a la espera de la asistencia mecánica. Sin embargo, un tractocamión arrolló su vehículo por la parte trasera sin que el conductor realizara maniobra alguna para evitarlo. El golpe fue tan violento que los servicios de emergencia desplazados hasta el lugar no pudieron hacer nada por salvar su vida.
La patrulla del Subsector de Tráfico de la Guardia Civil de València, que acudió inmediatamente al lugar del siniestro, solicitó la presencia de la unidad de Atestados para practicar al conductor del camión las pruebas de detección de alcohol y drogas, protocolo habitual en accidentes con víctimas mortales. En ese momento, el hombre arrojó un resultado negativo en la prueba de alcoholemia, pero dio positivo en la prueba salival de detección de drogas.
El laboratorio confirma la presencia de drogas
Tras este resultado preliminar, se activó el procedimiento reglamentario para verificar la presencia de sustancias estupefacientes mediante un análisis más preciso. La muestra fue enviada al laboratorio de referencia de la Dirección General de Tráfico (DGT), cuyo informe ha llegado recientemente a los investigadores. Este análisis ha confirmado de forma concluyente la presencia de drogas en el organismo del conductor en el momento del siniestro.
Con este resultado en la mano, el equipo de la Policía Judicial de Tráfico de la Guardia Civil ha remitido el atestado al juzgado de instrucción de Paterna, que estaba de guardia el día del accidente. El camionero queda formalmente investigado por un delito de homicidio por imprudencia grave al volante, dado que circulaba bajo los efectos de sustancias estupefacientes, una conducta que se considera agravante en caso de accidentes mortales.
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Por el momento, no se ha revelado a qué tipo concreto de drogas dio positivo el conductor, ya que la Comandancia de València ha evitado ofrecer más detalles al respecto en el comunicado oficial emitido. No obstante, la investigación sigue su curso judicial mientras se recaban más pruebas y declaraciones sobre lo ocurrido aquel mediodía de verano en la V-30.
Este caso reabre el debate sobre los controles y sanciones por conducción bajo los efectos de sustancias prohibidas, un problema recurrente en la red de carreteras españolas. Las autoridades insisten en que la tolerancia debe ser cero ante cualquier sustancia que altere las capacidades al volante, ya que las consecuencias pueden ser fatales, como en este caso, donde una vida se perdió de forma totalmente evitable.
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